Sal de Epsom
La sal de Epsom deriva su nombre de un manantial salino amargo ubicado en Epsom en Surrey, Inglaterra, donde el compuesto se destiló por primera vez del agua. Se diferencia de las Sales comunes porque entre sus componentes están el azufre, oxígeno y magnesio. Se presentan en forma de cristales incoloros, con aspecto similar a la sal común o cloruro sódico.
Se le atribuyen varios usos terapéuticos ya que se le han descrito efectos benéficos al producir relajación del músculo estriado y disminución de la inflamación; por lo tanto, se usa local o tópico para tratamiento de procesos inflamatorios por traumas.
Simplemente remojando los pies o todo el cuerpo en un baño que contenga Sal de Epsom, puede aumentar los niveles internos de magnesio de forma natural sin tomar suplementos de magnesio.